Desde teletextos hasta pruebas de embarazo e incluso tractores, Doom ha sido durante mucho tiempo el objetivo de hackers que intentan hacer correr el icónico shooter de 1993 en los lugares más extraños. Pero esta última hazaña supera a todas las demás.
En un sorprendente pero extraño logro científico, Lauren “Ren” Ramlan, estudiante de doctorado en biotecnología del MIT, ha logrado llevar a cabo una simulación de la bacteria E. coli en una pantalla rudimentaria capaz de mostrar el icónico videojuego.
Sin embargo, antes de emocionarse demasiado pensando en jugar en una placa de Petri, hay un inconveniente. Según la simulación de Ramlan, mostrar un solo fotograma de Doom en estas bacterias bioluminiscentes, en caso de intentarlo con el juego real, llevaría aproximadamente 70 minutos, y restablecer el estado original de las bacterias llevaría increíbles ocho horas y 20 minutos.
Ramlan ha denominado este paso como la entrada al mundo de las pantallas biológicas, donde las bacterias funcionan como píxeles de 1 bit, alternando entre estados de luz y oscuridad. Este bio-display utiliza una placa de pozo en una matriz de 32×48, cada una conteniendo E. coli genéticamente modificadas que pueden inducirse a fluorescer, creando una cuadrícula de estructuras similares a píxeles.
Doom cumple 30 años, y sus creadores celebran la contribución del icónico shooter en primera persona a las carreras de TI. John Carmack, desarrollador de Doom, cree que la inteligencia artificial general será posible para 2030. Un individuo realiza la increíble hazaña de renderizar Doom en teletexto. Además, equipos agrícolas de Deere son hackeados para ejecutar Doom.
Pero no empieces a planificar tus sesiones de bio-juego todavía. A la velocidad de este monitor bacteriano, completar un juego promedio de Doom tomaría casi 600 años utilizando la simulación específica de Ramlan. Ella señala que se necesitan “un total de 8 horas y 20 minutos para que la célula regrese aproximadamente a su estado inicial”.
Mientras que el Doom original tiene una velocidad de cuadro tolerable de 35 por segundo, esta pantalla microbiana tiene una velocidad de cuadro tan glacial que desearás tener internet dial-up.
Ramlan mantiene un optimismo sobre el futuro, sugiriendo posibles mejoras que podrían acelerar el proceso. Mientras tanto, la E. coli sería más adecuada para una exposición de arte muy, muy lenta que para cualquier forma de entretenimiento interactivo.
Por ahora, lo mejor sería seguir utilizando las pantallas tradicionales para tus necesidades de juego, a menos que tengas unos cuantos siglos para dedicar a una sola partida.