En el contexto actual del mercado de telecomunicaciones y radiodifusión en México, la competencia y el acceso igualitario a los servicios son principios fundamentales para garantizar la libre concurrencia y evitar abusos de poder en los sectores regulados. Como lo señala Clara Luz Álvarez:
“Se hace necesaria una política de competencia que permita a la autoridad corregir las fallas del mercado y evitar que aquellos con poder dominante abusen de su posición” (Álvarez, 2012: 130).
Estas reflexiones surgen debido a los antecedentes de monopolios, tanto públicos como privados, en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión. Estos monopolios han sido un desafío para el desarrollo económico y social, y es aquí donde entra en juego la regulación y supervisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), como organismo autónomo encargado de garantizar que exista una competencia económica efectiva en estos sectores.
El IFT y su Competencia en Materia Antimonopolios
El IFT, según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), tiene la responsabilidad de ser el garante del derecho humano de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Además, es el encargado de regular y supervisar el uso y explotación del espectro radioeléctrico, las redes de telecomunicaciones y la prestación de servicios de radiodifusión. Su labor se extiende a fomentar el desarrollo de estos sectores, asegurando un entorno competitivo y libre de monopolios.
El papel del IFT en la competencia económica dentro del sector de telecomunicaciones es crucial, ya que se encarga de evitar la concentración excesiva del mercado, asegurando que no haya abusos de poder por parte de los actores más grandes del mercado. Para lograrlo, regula, monitorea y toma decisiones que prevengan la formación de monopolios y promuevan la competencia.
Distinción entre el IFT y la COFECE
La creación de IFT y la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) tiene su origen en una reforma constitucional publicada el 11 de junio de 2013, con el objetivo de regular los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión. Ambos organismos son constitucionalmente autónomos y tienen personalidad jurídica y patrimonio propio, pero tienen competencias diferentes y complementarias.
- El IFT es el encargado de regular, promover y supervisar las telecomunicaciones y la radiodifusión, asegurando que estos sectores operen de manera eficiente y libre de monopolios.
- La COFECE, por otro lado, se encarga de promover la libre competencia y de prevenir, investigar y sancionar prácticas monopólicas y concentraciones que afecten la competencia en cualquier sector económico, incluyendo telecomunicaciones y radiodifusión.
Aunque ambos organismos comparten la responsabilidad de asegurar la competencia económica, el IFT tiene una competencia exclusiva en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión, mientras que la COFECE supervisa la competencia en otros sectores económicos.
Especialización del IFT en Materia Antimonopolio
De acuerdo con el artículo 28 de la Constitución, el IFT tiene la autoridad exclusiva para manejar las prácticas antimonopolio en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión. Esto significa que el IFT no solo regula el acceso al espectro radioeléctrico y las redes de telecomunicaciones, sino que también tiene la capacidad de:
- Regular de manera asimétrica a los participantes del mercado para eliminar barreras a la competencia y la libre concurrencia.
- Imponer límites a la concentración de frecuencias y a la propiedad cruzada de medios, especialmente cuando una entidad controla varios medios de comunicación que sirven a un mismo mercado o zona geográfica.
- Ordenar la desincorporación de activos o derechos de concesionarios cuando sea necesario para garantizar que se cumplan los límites de concentración nacional y regional.
Además, el IFT tiene la potestad de imponer sanciones y medidas correctivas a aquellos actores que no cumplan con las normativas de competencia, evitando así que el poder dominante de ciertos actores afecte negativamente a la calidad y accesibilidad de los servicios.
Conclusión
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) juega un papel fundamental en la regulación y promoción de la competencia en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión en México. A través de sus competencias en materia antimonopolio, el IFT se asegura de que no haya concentración de poder económico que perjudique a los usuarios o a la libre competencia en estos sectores. Si bien comparte responsabilidades con la COFECE, el IFT es la autoridad exclusiva en el ámbito de telecomunicaciones y radiodifusión, lo que le otorga una gran importancia en el desarrollo eficiente de estos mercados y en la protección del acceso equitativo a las tecnologías de la información y la comunicación.